Investigación
18 de julio, de 2018 • 3 Min

Quimioterapia adyuvante con esquema de FOLFIRINOX modificado aumenta la supervivencia

rounded tops of lab tubes

University of Michigan School for Environment and Sustainability; Flickr

Proporcionar a los pacientes quimioterapia después de la cirugía de cáncer de páncreas (lo cual se denomina terapia adyuvante) se ha convertido en un tratamiento convencional y aumenta la supervivencia en comparación con la cirugía sola.

La gemcitabina ha sido el medicamento de elección por al menos la última década. Sin embargo, un nuevo estudio aleatorizado de fase III que se presentó en la reunión anual de la American Society of Clinical Oncology (Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, ASCO) de 2018 reveló que la quimioterapia con una combinación de cuatro medicamentos aumenta considerablemente la supervivencia en comparación con el régimen estándar de solo gemcitabina para pacientes sometidos a cirugía para cáncer de páncreas.

A pesar de que la quimioterapia adyuvante con gemcitabina ha sido una opción importante para los pacientes, se necesitan mejores estrategias farmacológicas, indica el oncólogo gastrointestinal Dr. William T. Leslie de Rush University Medical Center en Chicago, Illinois, quien no participó en el nuevo estudio. “Hemos usado gemcitabina posquirúrgicamente por cerca de 10 años, y ha marcado una gran diferencia para algunos pacientes, pero no para suficientes pacientes”, observa Leslie. “Creo que la mayoría estamos de acuerdo en que esto [new study] ha establecido un nuevo tratamiento estándar para una enfermedad que todos sabemos es extraordinariamente difícil de tratar”.

Sin embargo, el problema radica en que la combinación de medicamentos puede “ser muy difícil para los pacientes por sus efectos secundarios”, explica Leslie, quien también es profesor asistente de medicina.

Lo que reveló el estudio

El nombre del estudio es PRODIGE 24/CCTG PA.6 y fue dirigido por el Dr. Thierry Conroy, oncólogo médico y director del Institut de Cancerologie de Lorraine, ubicado en la ciudad francesa de Nancy. El nuevo esquema que se está investigando es mFOLFIRINOX, una combinación modificada que contiene oxaliplatino, leucovorina, irinotecán y fluorouracilo.

En el estudio participaron 493 pacientes con cáncer de páncreas no metastásico tratados en 77 centros franceses y canadienses entre abril de 2012 y octubre de 2016. Para poder participar, los pacientes debían haberse sometido a cirugía, y las tomografías postoperatorias debían mostrar que el tumor se extirpó por completo (aunque quedaran células tumorales microscópicas). A las tres a 12 semanas después de la cirugía se designó aleatoriamente a pacientes en buen estado para que recibieran el esquema estándar de gemcitabina o el de mFOLFIRINOX por seis meses.

Mejor mediana de supervivencia sin enfermedad

  • A los 33.6 meses como mediana de seguimiento, el grupo de mFOLFIRINOX mostró una mediana de supervivencia sin enfermedad de 21.6 meses, en comparación con 12.8 meses para el grupo de gemcitabina.

Mejor mediana de supervivencia global

  • La mediana de supervivencia global también fue mayor: 54.4 meses para el grupo de mFOLFIRINOX, en comparación con 35 meses para el grupo de gemcitabina.

Más tiempo hasta metástasis

  • El grupo de mFOLFIRINOX también tuvo un período más largo hasta la aparición de metástasis (propagación del cáncer). La mediana de tiempo hasta metástasis con mFOLFIRINOX fue de 30.4 meses, y de 17 meses con gemcitabina.

Más efectos secundarios graves

  • El grupo de mFOLFIRINOX sufrió más efectos secundarios graves: 76 por ciento en comparación con 53 por ciento.

Efectos secundarios notables pero controlables

“Sí, los efectos secundarios se pueden controlar, pero no deseo minimizarlos”, manifiesta Leslie, y agrega que estos efectos secundarios pueden incluir más altos índices de diarrea, fatiga, vómitos, mucositis (inflamación de la boca o de los intestinos) y neuropatía periférica sensitiva. “Los pacientes se enterarán de esto y todos querrán que sea después de la cirugía. Sería fantástico que todos los pacientes fueran perfectos candidatos, pero ese no es el caso. El esquema tiene más posibles efectos secundarios que la gemcitabina sola, y no todos podrán controlarlos. Lo que tenemos que hacer es encontrar a las personas adecuadas para el esquema. Para esas personas, el tratamiento podría ser extraordinario”.

Enfatizó que la gemcitabina sigue siendo una opción importante para pacientes con mal estado posquirúrgico y para quienes tienen otras afecciones médicas que los convierten en malos tributarios al tratamiento. “Los datos fueron muy buenos y fue un estudio muy bien diseñado”, dice Leslie. “Le he dedicado un buen tiempo a esto y los pacientes necesitan una victoria. Son noticias excelentes”.