Nuevo medicamento para el cáncer que actúa en las vías de las células madre podría cambiar el tratamiento convencional
El cáncer de páncreas sigue siendo una enfermedad muy difícil de tratar, sin embargo, nuevas combinaciones de tratamiento de primera y segunda línea están prolongando los períodos de supervivencia de los pacientes.
No obstante, se necesitan regímenes más eficaces y continuamente se están realizando ensayos clínicos para estudiar diferentes combinaciones nuevas de medicamentos. Un nuevo curso de investigación se concentra en las vías de las células madres del cáncer.
“La idea de este enfoque es que esperamos poder revertir o controlar la resistencia del cáncer, en este caso el cáncer de páncreas, a la quimioterapia, que como sabemos es uno de los problemas más grandes que los médicos y los pacientes enfrentan”, explica el Dr. Tanios Bekaii-Saab, codirector del Gastrointestinal Cancer Program de Mayo Clinic en Phoenix, Arizona, y principal investigador de un inhibidor de las vías de las células madre llamado napabucasin (BBI-608).
Se está investigando este medicamento en varios ensayos clínicos, incluidos ensayos para el cáncer colorrectal así como el cáncer de páncreas. En 2016, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) otorgó la designación de medicamento sin interés comercial (“orphan drug”) al napabucasin para el cáncer gástrico, gastroesofágico y de páncreas. “Hasta el momento los primeros resultados son prometedores y esto es emocionante porque estamos enfocando el problema de una manera realmente innovadora”, dice Bekaii-Saab.
“Pluripotencialidad” y células madre
Muchas personas están familiarizadas con el término “célula madre”. Estas células básicamente se dividen en dos tipos: células madre embrionarias, que existen solo en las primeras etapas del desarrollo, y varios tipos de células madre adultas o citoblastos histoespecíficos que aparecen durante el desarrollo fetal y permanecen en el cuerpo durante toda la vida. Las células madre son únicas porque pueden regenerarse o autorrenovarse. Cuando hablamos del cáncer, las células madre también parecen tener una función importante. Y la hipótesis es bastante complicada.
En palabras sencillas, no todas las células tumorales son iguales, explica Bekaii-Saab. La parte más grande de un tumor está compuesta de células que son proliferativas o diferenciadas y ambas son de corta duración, comenta él.
Pero algunas células tumorales parecen tener las mismas características que las células madre histoespecíficas. Y a diferencia de las células madre normales, que ayudan a mantener la salud del órgano mediante la producción continua de nuevas células sanas, estas células madre del cáncer refuerzan el crecimiento de los tumores, la metástasis y la resistencia al tratamiento. Recientemente, los investigadores han comprendido que incluso las células cancerosas que no son células madre o que no tienen características similares a estas pueden incluso revertirse a un estado similar a las células madre, lo que las hace difíciles de tratar, agrega él.
Estas células generalmente representan solo entre un uno y un tres por ciento de todas las células en un tumor, pero son las únicas células con la capacidad de regenerar células malignas e impulsar el desarrollo del cáncer, agrega. Cuando el cáncer se desarrolla y se propaga, estas células se convierten en el componente predominante. E incluso si un paciente es candidato a cirugía, algunas células que permanecen intactas después de la cirugía y conducen a la recurrencia son las células madre del cáncer.
Antes no había forma de actuar sobre esas células. Pero gracias a los avances en investigación, eso es posible en la actualidad. Y la idea es que, al actuar sobre estas células madre del cáncer o al inhibir las vías moleculares que necesitan para crecer, sería posible aumentar los beneficios de la quimioterapia para los pacientes que padecen cáncer de páncreas y otros pacientes con varios tipos de cáncer.
“La pluripotencialidad es un concepto difícil, pero básicamente muchas personas lo describen como intentar pensar en el cáncer como una maleza que estamos tratando de eliminar en el jardín”, dice Bekaii-Saab. “Las células madre son la raíz. Por lo tanto, si nos deshacemos de las hojas de la maleza, pero no de la raíz, la mala hierba seguirá regresando para vengarse”.
Una señal fuerte
El napabucasin (BBI-608) bloquea la autorrenovación de las células madre del cáncer y las células cancerosas no pluripotenciales mediante la inhibición de las vías de STAT3 y betacatenina, que desempeñan un papel en el crecimiento de las neoplasias malignas y la propagación del cáncer, dice Bekaii-Saab.
Hasta el momento, los estudios iniciales son prometedores y esos resultados han conducido a un estudio de fase III en curso de mayor envergadura que evaluará la eficacia del napabucasin más nab-paclitaxel y gemcitabina semanal en comparación con nab-paclitaxel y gemcitabina por sí solos en pacientes con cáncer de páncreas que no han recibido tratamiento previo sistémico para contra el cáncer.
“Lo que hemos conseguido con estos primeros resultados es una señal muy prometedora, una razón para seguir adelante con un ensayo más grande”, dice Bekaii-Saab, y agrega que el régimen además es muy seguro. “Tenemos una oportunidad de realmente mejorar un régimen establecido y esa siempre es una razón para seguir adelante. Estoy convencido de que esta combinación podría cambiar el tratamiento convencional si los resultados del estudio son tan prometedores como investigaciones anteriores”.