Terapia dirigida para el cáncer de páncreas
El cáncer de páncreas es una enfermedad que, con demasiada frecuencia, es difícil de tratar con éxito.
Gracias a la investigación que ha encontrado nuevos regímenes de quimioterapia más eficaces para el cáncer de páncreas, y a una mejor comprensión de la biología de los tumores del cáncer de páncreas, otro tratamiento llamado terapia dirigida ha cobrado un fuerte impulso entre los científicos y profesionales médicos.
“Estamos muy emocionados en nuestro campo en este momento porque se están estudiando nuevos enfoques y nuevos medicamentos en muchos ensayos diferentes”, dice la Dra. Margaret Tempero, directora de University of California San Francisco Pancreas Center y líder del Pancreas Cancer Program. “Sin embargo, cuando hablamos del cáncer de páncreas, nada es sencillo, pero creo que lo que hemos aprendido sobre la biología de los tumores nos está brindando información importante para nuevos enfoques de tratamiento, tales como la inmunoterapia dirigida”.
Uno de los medicamentos dirigidos para el cáncer de páncreas se llama ibrutinib, que ya se está usando para tratar la leucemia linfocítica crónica, el linfoma de células del manto y un tipo de cáncer poco frecuente llamado macroglobulinemia de Waldenström.
Cómo funciona la terapia dirigida
A diferencia de la quimioterapia convencional, que elimina las células que se multiplican rápidamente, ya sean sanas o cancerosas, la terapia dirigida es más precisa. Funciona deteniendo o reduciendo la velocidad del desarrollo o la propagación del cáncer a nivel celular. Dicho con palabras sencillas, las células cancerosas necesitan moléculas específicas, como las proteínas, para sobrevivir, multiplicarse y propagarse. Estas moléculas suelen ser producidas por los genes que causan el cáncer, así como las células mismas.
En un enfoque dirigido de tratamiento, las terapias están diseñadas para interferir en, o dirigirse específicamente a, estas moléculas o los genes cancerígenos que las crean. En algunos casos, el medicamento se unirá a la molécula a la que se dirige, lo que le impide hacer su trabajo. En otras ocasiones, el medicamento impedirá físicamente que la molécula acceda al lugar al que normalmente va. Se puede frenar o incluso detener el proceso de crecimiento del cáncer si se detiene el funcionamiento normal de estas moléculas.
Pruebas de un nuevo medicamento dirigido
Los linfocitos B son un tipo de célula del sistema inmunitario. La investigación demuestra que los linfocitos B ayudan a crear un entorno en el que el cáncer de páncreas se puede desarrollar y crecer. Pero el ibrutinib obstruye la tirosina quinasa de Bruton, un componente vital de la comunicación celular de los receptores de linfocitos B. De este modo, perturba una cantidad de redes de comunicación molecular en el entorno inmunitario y “reprograma” el perfil inmunitario que rodea al cáncer. En modelos animales, esto tiene como resultado un control más eficaz de los tumores.
Datos presentados en la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Investigación sobre el Cáncer (American Association for Cancer Research, AACR) de 2017 sugieren que el ibrutinib puede ser una opción terapéutica eficaz para el cáncer de páncreas como lo demuestran los estudios preclínicos. El estudio evaluó el uso del ibrutinib en dos modelos diferentes de ratones transgénicos preclínicos con cáncer de páncreas y concluyó que el tratamiento con ibrutinib no solo redujo considerablemente la proliferación de células tumorales y la infiltración de células inflamatorias, sino que también se asoció con una reducción de la deposición de colágeno en el estroma. Los ratones tratados con ibrutinib también sobrevivieron más tiempo, en particular cuando se usó la terapia en combinación con gemcitabina.
Ahora, en los ensayos iniciales, los investigadores están estudiando sus efectos en los seres humanos. “Los pacientes están muy interesados en esto y muy dispuestos a probar cosas nuevas”, dice la Dra. Tempero, que lidera la parte de UCSF del “equipo de los sueños” nacional sobre el cáncer de páncreas, un proyecto diseñado para acelerar el tratamiento y los descubrimientos para el cáncer de páncreas. “Los pacientes saben lo devastadora que puede ser esta enfermedad, y muchos no solo desean que avance la ciencia para que los ayude a ellos, sino también a otras personas en el futuro”.
La Dra. Tempero participa activamente en un estudio global y multicéntrico con más de 400 pacientes. El estudio evaluará el ibrutinib en comparación con un placebo en combinación con nab-paclitaxel y gemcitabina como tratamiento de primera línea para pacientes con enfermedad metastásica. El estudio está en curso y la inscripción ya está completa. El hecho de que este ensayo haya inscrito a los pacientes antes de las fechas programadas demuestra el grado de interés que tienen los pacientes en probar estos nuevos enfoques, dice la Dra. Tempero, quien lidera un ensayo similar pero más pequeño en UCSF.
Esperamos que este estudio demuestre una mejor supervivencia con ibrutinib, y si lo hace, probablemente esto conduzca a que la FDA apruebe el ibrutinib para el tratamiento del cáncer de páncreas, concluye la Dra. Tempero. “Necesitamos hacer avances para nuestros pacientes”, dice ella. “Merecen nuestra mejor labor continua. Siempre podemos ofrecer esperanza, pero necesitamos encontrar mejores tratamientos”.
Para obtener más información sobre el ibrutinib, lea el artículo “Evaluación de la inmunoterapia dirigida contra el cáncer de páncreas”.