Sinergia con quimioterapia metronómica
Cualquier persona que haya tomado clases de piano debería saber lo que es un metrónomo, un aparato que suena a intervalos regulares para marcar un ritmo constante.
Pues bien, una creciente cantidad de estudios sugiere que es posible que un método metronómico de dosificación de la quimioterapia, con un incesante ritmo de medicación, pueda mejorar los resultados que obtienen los pacientes con cáncer de páncreas. En líneas generales: en lugar del uso intermitente y en dosis altas de uno o dos medicamentos de quimioterapia, los oncólogos combinan dosis bajas de varios fármacos con un régimen ininterrumpido.
“Con el método de dosis baja, hay menos riesgo de tener reacciones adversas, así que podemos administrar un tratamiento continuo, lo cual tiene el potencial de ser más eficaz y menos tóxico”, explica el Dr. Azriel Hirschfeld de Bruckner Oncology en el Bronx, Nueva York.
El método desafía el conocimiento convencional de administrar medicamentos de quimioterapia cada cierta cantidad de semanas, en las dosis más altas posibles, lo cual es un programa de tratamiento tóxico que no solo conduce a la pérdida del cabello, vómito y fatiga extrema, sino que debilita el sistema inmunitario y aumenta la vulnerabilidad de los pacientes a padecer enfermedades nuevas y recurrentes.
La quimioterapia metronómica, por otro lado, podría ofrecer un control más eficaz del tumor con menos efectos secundarios. Además, tiene un historial probado de pacientes que sobrepasan las tasas de supervivencia proyectadas. Este nuevo método está cambiando rápidamente el panorama del tratamiento contra el cáncer de páncreas.
El concepto metronómico
La quimioterapia convencional destruye todas las células que se dividen rápidamente, sin importar si están saludables o no. Si bien ese método puede destruir la mayor parte de las células tumorales, a menudo deja vivas algunas células iniciadoras de tumores (tumor-initiating cells, TIC), lo que permite el crecimiento y la propagación de tumores nuevos y más agresivos.
“Cuando el cáncer de páncreas se disemina, se convierte en una enfermedad sistémica”, explica la Dra. Allyson Ocean, oncóloga médica de New York-Presbyterian Hospital/Weill Cornell Medical Center de Nueva York. “Así que es necesario poder administrar quimioterapia por períodos más largos y, debido a que los efectos secundarios tóxicos son acumulativos, la única manera de hacerlo es en dosis más bajas”.
El método metronómico inhibe el crecimiento de las células iniciadoras de tumores en la red vascular en desarrollo del tumor. Ataca el cáncer en el origen y también inhibe el crecimiento de células resistentes. Y los estudios demuestran que funciona. Los investigadores analizaron medicamentos al 50, 25, 12 y 6 por ciento de la dosis máxima aprobada y descubrieron una considerable cantidad de actividad al 12 y 25 por ciento, y una reducción en la relación entre dosis y efecto con mucha toxicidad a medida que se aumentaba la dosis.
Otra ventaja del método de dosis baja es que los pacientes que están demasiado débiles o enfermos para tolerar los regímenes convencionales de quimioterapia podrían tolerar un protocolo continuo de dosis bajas. Los efectos secundarios más comunes son náuseas leves y fatiga. “Así que, básicamente, se ha creado un tratamiento más eficaz y menos tóxico”, dice Hirschfeld.
Sacar provecho de la sinergia
Tener un método de tratamiento constante, rítmico y metronómico no solo reduce al mínimo las reacciones adversas (las náuseas, la fatiga y la pérdida del cabello, por ejemplo), sino que también permite que los médicos utilicen múltiples medicamentos de quimioterapia de manera simultánea. De hecho, algunos estudios de laboratorio demuestran que utilizar dosis bajas de diferentes medicamentos al mismo tiempo aumenta su eficacia. Y dado que el régimen no desestabiliza el sistema inmunitario (como lo hace la quimioterapia en dosis altas), este puede seguir luchando contra el cáncer. Pero este no es un concepto novedoso.
“A principios de 1990, me dí cuenta de que si administraba una cuarta parte de la dosis, solo produciría una cuarta parte de la toxicidad por lo que podría combinar más medicamentos”, explica el Dr. Howard W. Bruckner de Bruckner Oncology. “Combiné medicamentos en concentraciones más bajas y, para mi sorpresa, los medicamentos que no funcionaban tan bien por sí solos mostraron una actividad significativa. Actuaron de forma sinérgica con el compañero adecuado”.
Debido a la baja toxicidad, los médicos pueden administrar medicamentos cada semana o cada dos semanas, en lugar de cada cuatro semanas. Así que atacan al tumor con más fuerza y de manera más sistemática, pero con menos efectos secundarios. Inspirados por estos resultados, los oncólogos como la Dra. Ocean están iniciando ensayos clínicos de quimioterapia metronómica con el fin de obtener más datos cuantitativos para respaldar el uso de una combinación de quimioterapia en dosis bajas como primera línea de defensa en lugar de como último recurso.
“Mientras tanto, no tema hablar sobre estos métodos con su médico”, dice ella. “Es posible que elegir un régimen de dosificación baja y lenta no solo prolongue la vida de los pacientes con cáncer de páncreas, sino que también podría mejorar la calidad de vida”.
Para obtener más información sobre la quimioterapia metronómica, lea el artículo “Quimioterapia continua de dosis baja como parte de una nueva combinación de medicamentos”.