Se necesita más investigación sobre inmunoterapia para el cáncer de páncreas
El sistema inmunitario humano no solo es inteligente, sino también muy poderoso, y nos protege de una multitud de invasores dañinos que pueden provocar enfermedades.
Hasta hace poco, las células cancerosas, con su capacidad de crecer y diseminarse aparentemente sin control, a menudo atacaban el sistema inmunitario humano.
Pero en las últimas dos décadas, los avances en inmunoterapia (tratamientos diseñados para aprovechar el sistema inmunitario del propio paciente para desenmascarar y destruir estas células cancerosas mortales) han llevado a algunos éxitos extraordinarios. Algunos de los beneficiarios son pacientes con melanoma, cáncer de pulmón de células no pequeñas, cáncer de vejiga, de riñón, de estómago, de hígado, cáncer en cabeza y cuello, y linfoma. El enfoque es prometedor para el cáncer de pulmón de células pequeñas y el cáncer de ovario.
Desafíos para la inmunoterapia
Hasta el momento, la mayoría de los pacientes con cáncer, especialmente aquellos con cáncer de páncreas, no han visto ningún beneficio. Existen muchos motivos.
Por ejemplo, una de las dificultades de la inmunoterapia para el cáncer de páncreas es la capacidad del tumor para evadir la reacción inmunitaria. Concretamente, los tumores pancreáticos pueden prevenir el reclutamiento de linfocitos T, células inmunitarias que podrían, de otro modo, reconocer como extrañas las células cancerosas y atacarlas. También ha sido difícil la detección temprana de esta enfermedad, y en la actualidad la respuesta a los tratamientos convencionales no es óptima. Se considera que KRAS, una de las mutaciones primarias que se encuentra en el cáncer de páncreas, es “no quimiomodulable”, un término utilizado para describir las proteínas con las que no se pueden utilizar medicamentos dirigidos; no obstante, se están investigando formas de superar este desafío.
Sin embargo, ciertos acontecimientos recientes han mejorado la perspectiva de la inmunoterapia para tratar el cáncer de páncreas. En una decisión sin precedentes, a principios de año la FDA de Estados Unidos aprobó Keytruda para el tratamiento de tumores sólidos que muestran deficiencia en la reparación de errores de emparejamiento o alta inestabilidad microsatélite. Aunque solo aproximadamente el 3 o 4 por ciento de los pacientes con cáncer de páncreas tienen este perfil, podría ser un posible cambio radical para ellos, explica el Dr. Luis A. Diaz, director de la División de Oncología de Tumores Sólidos del Departamento de Medicina de Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York.
Sin embargo, “más del 95 por ciento de los pacientes con cáncer de páncreas todavía no pueden beneficiarse de la inmunoterapia”, dice. “La inmunoterapia actual no ha avanzado mucho ni ha sido muy eficaz para ellos. Es imprescindible conocer mejor la biología de la enfermedad, especialmente el estroma del tumor circundante. Es posible que, una vez que tengamos una mejor comprensión, los ensayos de inmunoterapia muestren mejores resultados”.
Aunque el cáncer de páncreas realmente presenta numerosos desafíos, Diaz insiste en que “no nos damos por vencidos, y podemos avanzar basándonos en algunos casos exitosos del pasado”. Y agrega que “debemos ser más creativos y no simplemente repetir los errores. Eso es lo que finalmente beneficiará a nuestros pacientes”.
Muchos ensayos clínicos
De hecho, existen numerosos ensayos en marcha que exploran el uso de nuevos anticuerpos que quitan los frenos del sistema inmunitario, así como estrategias con vacunas y reprogramación genética de células inmunitarias para que puedan pelear contra el cáncer, entre otras iniciativas.
Diaz recalcó que siempre se debe considerar a los pacientes con diagnóstico reciente de cáncer de páncreas para que participen en ensayos clínicos. “Existen ensayos clínicos con diferentes tipos de fármacos y, además, ahora se derivan pacientes para que participen en ensayos de inmunoterapia”, dice, aunque en este momento no hay un tratamiento convencional con inmunoterapia.
“Sería arrogante decir que la inmunoterapia no funcionará en los casos de cáncer de páncreas porque la verdad es que no lo sabemos”, agrega Diaz. “Lo que sí sabemos es que hay un esfuerzo activo para entender realmente el problema de la inmunoterapia para esta enfermedad y llegar a una estrategia de tratamiento”.
Conceptos básicos de inmunoterapia
En el caso del cáncer de páncreas, los tratamientos con inmunoterapia generalmente se dividen en cuatro categorías principales: inhibidores de puntos de control, vacunas terapéuticas, transferencia adoptiva de linfocitos T y anticuerpos monoclonales.
- Inhibidores de puntos de control: tipo de medicamento que bloquea ciertas proteínas producidas por algunas células del sistema inmunitario, tales como los linfocitos T, así como algunas células cancerosas que mantienen las reacciones inmunitarias bajo control. Cuando se bloquean o inhiben estas proteínas, los linfocitos T son más capaces de eliminar las células cancerosas.
- Vacunas: a diferencia de la vacuna para la gripe o el sarampión, que previenen enfermedades, las vacunas terapéuticas contra el cáncer atacan una enfermedad que ya está presente. Las vacunas varían en su composición; pueden ser células cancerosas, partes de células o antígenos puros. En algunos casos, la vacuna se fabrica con las células inmunitarias del propio paciente.
- Transferencia adoptiva de linfocitos T: esta técnica consiste en recolectar y usar las propias células inmunitarias del paciente para tratar su cáncer. Se ha probado este enfoque en varios ensayos clínicos, con buena respuesta en pacientes con leucemia avanzada. Hay ensayos en curso para tumores sólidos como el de páncreas.
- Anticuerpos monoclonales: modalidad de terapia inmunitaria que usa inyecciones de anticuerpos monoclonales fabricados en el laboratorio, dirigidos a una molécula específica, como el antígeno carcinoembrionario (CEA), sin afectar las células normales.