Voy a vivir cada día
Cuando Sharon Simone se enteró de que su cáncer de páncreas se había diseminado por todo el abdomen, decidió que podía renunciar a todo menos a su familia.
Buscó un médico de confianza que la atendiera y obtuvo una segunda opinión, que la llevó a un protocolo de tratamiento que tenía en cuenta su mutación de BRCA1. Durante el tratamiento, Sharon no sabía si viviría o moriría, pero tomó la decisión de vivir cada día.
Lea la historia de Sharon en “Diseño del tratamiento según mi genética tumoral”.