No se preocupe por las pequeñas cosas
Randall Swan tuvo suerte: le detectaron cáncer de páncreas relativamente temprano y pudo participar en un ensayo clínico.
Dice que su esposa Lorri fue su más firme defensora, luchó por él cuando él no podía, lo ayudó a levantarse y moverse, y fue su compañera y su mayor apoyo.
Para saber más sobre Randall, lea “Antes y después: mi cáncer de páncreas”.