Investigación
23 de mayo, de 2016 • 5 Min

Una biopsia líquida para el cáncer de páncreas

Laboratory test tubes filled with clear liquid and sitting in a rack lit with green and purple lights

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¿Qué sucedería si el cáncer de páncreas pudiera diagnosticarse con algo tan sencillo como un análisis de sangre? Los expertos dicen que esa realidad no está tan alejada.

Las herramientas actuales de diagnóstico del cáncer de páncreas son invasivas, costosas, incómodas y consumen tiempo. Las tomografías computarizadas y las tomografías por emisión de positrones no son baratas. Y las biopsias de tejido, que se toman mediante endoscopia o, de modo más invasivo, mediante cirugía, no son ni agradables ni convenientes, y a menudo es necesario repetirlas.

Pero pronto, es posible que confirmar la presencia de cáncer de páncreas solo implique un pinchazo. La “biopsia líquida”, el análisis de diagnóstico del futuro, podría estar disponible en el consultorio de un médico cerca de usted en tan poco tiempo como unos cinco años. “Nuestro grupo ha estado trabajando en esto durante más de dos décadas y la tecnología se está volviendo cada vez mejor”, dice el Dr. Bert Vogelstein, director de Ludwig Center for Cancer Genetics and Therapeutics en el Sidney Kimmel Comprehensive Cancer Center de Johns Hopkins University School of Medicine. Vogelstein es pionero en la genómica que está detrás de esta tecnología y es uno de los descubridores, en la década de los 80, de que las mutaciones genéticas pueden causar cáncer.

"En un futuro cercano, nos imaginamos que las personas podrán ir a su revisión anual, hacerse un análisis de sangre y comprobar si tienen ADN tumoral circulante", dice Vogelstein.

Son buenas noticias para todo el mundo, especialmente las personas con riesgo de cáncer de páncreas evasivo, para el que no hay una prueba de detección temprana estandarizada.

Comprender el ADN tumoral circulante

Los investigadores descubrieron hace años que la sangre de las mujeres embarazadas contiene material genético, rastros de ADN, que luego se dieron cuenta de que era liberado por el feto en crecimiento.

Años después, se observó que los tumores cancerosos también desprendían partículas genéticas o ADN tumoral circulante. Los investigadores se dieron cuenta de que encontrar una manera de medir ese material podría ayudar a diagnosticar el cáncer así como también a controlar la evolución o la regresión de la enfermedad.

Conseguirlo suponía un doble desafío. Las señales genéticas varían según el cáncer; identificar mutaciones específicas asociadas con diferentes tipos de cáncer fue la primera prioridad de los investigadores. A continuación, necesitaban poder localizar esas mutaciones en una muestra de sangre, una tarea difícil. “Imagine que la mayoría de las moléculas en una muestra de sangre son amarillas y la mutación es roja”, dice Vogelstein. “Debe encontrar la única molécula roja en un mar amarillo”. Las técnicas más antiguas tomaban una muestra y la evaluaban “en masa para tratar de encontrar una leve señal roja en todo el amarillo, lo que era extremadamente difícil”.

Pero en los últimos años, Vogelstein y sus colegas han perfeccionado un método más sensible y eficaz. “En vez de analizar en masa, analizamos una molécula por vez, para verificar si es amarilla o roja”, explica, usando su analogía. “Podemos analizar decenas de miles y millones de moléculas, y elegir la única roja”.

Biopsia líquida para el cáncer de páncreas

En 2014, Vogelstein y sus colegas analizaron las biopsias líquidas de 846 pacientes con diferentes tipos de cáncer, incluido el de páncreas. Las pruebas confirmaron la presencia de cáncer en un 80 por ciento de los pacientes con enfermedad avanzada y en un 47 por ciento de los pacientes con tumores localizados. Con fondos de Lustgarten Foundation, Vogelstein y su equipo ahora estudian a pacientes con cáncer de páncreas en diferentes estadios de la enfermedad. Hasta ahora, dice él, “hemos encontrado que algo así como entre el 40 y el 60 por ciento de los cánceres de páncreas localizados se pueden detectar con biopsias líquidas. Obviamente, nos gustaría que fuera el 100 por ciento, pero un 40 es mejor que nada”.

Los críticos de esta área de investigación en crecimiento advierten que las pruebas de detección precoz para otros cánceres, como el de mama y el de próstata, se han asociado con sobrediagnóstico y sobretratamiento. En cuanto al cáncer de próstata en particular, que tiende a ser de crecimiento más lento y menos agresivo, a menudo no se recomienda el tratamiento temprano.

Se plantean otras preguntas: ¿qué ocurre si un paciente da positivo por una mutación asociada con varios tipos de cáncer? ¿Cómo le daría las noticias un médico sin transmitir miedo y ansiedad potencialmente innecesarios?

Pero la biopsia líquida del futuro, valiosa desde el punto de vista clínico, se perfeccionará con mucha precisión, dice el Dr. Vogelstein, por lo que será prácticamente infalible. “Estamos buscando algo sumamente específico, de manera que si lo encontramos, sabremos que el paciente tiene cáncer en el cuerpo, sin margen de error”.

“El cáncer de páncreas es especialmente adecuado para este tipo de enfoque”, agrega él, “porque es poca la cantidad de mutaciones que se busca”. Alrededor del 90 por ciento de los casos de cáncer de páncreas tienen mutaciones en el gen KRAS. (Otros tipos de cáncer, como el de pulmón y el de colon, también se asocian con mutaciones en KRAS, pero en la mayoría de los casos se producen junto con otras mutaciones genéticas. Por ejemplo, cuando se encuentran juntas, las mutaciones en KRAS y EGFR indican cáncer de pulmón, no de páncreas. “Nunca se encuentra EGFR mutado en el cáncer de páncreas”, explica el Dr. Vogelstein).

Además, las mutaciones en KRAS del cáncer de páncreas se producen en unos pocos puntos localizados en el gen mismo. Por lo tanto, los investigadores saben precisamente qué están buscando.

En el caso del cáncer de páncreas, que actualmente es la tercera causa de muerte por cáncer en este país, a pesar de que ocurre pocas veces en comparación con otros tumores malignos, la intervención temprana es indudablemente fundamental. Las biopsias líquidas podrían cambiar la situación para los pacientes actuales y las personas con riesgo de padecer esta enfermedad. “Ahora sabemos que en los casos de cáncer de páncreas avanzado, la gran mayoría se puede detectar mediante este enfoque de biopsia líquida”, señala Vogelstein.

Pero el mayor descubrimiento será encontrar una manera de confirmar el cáncer de páncreas temprano, en sus fases emergentes. “Las pruebas de detección”, dice Vogelstein, “son el Santo Grial”.

Llevar la prueba al mercado

En los últimos meses, basándose en la investigación de Vogelstein y otros, las compañías farmacéuticas han anunciado su intención de desarrollar biopsias líquidas para uso clínico. “Estoy satisfecho y encantado de ver que algunas grandes empresas se estaban interesando en esto”, dice Vogelstein. “Ellos ven el valor. Una vez que vemos que la industria se interesa en algo, podemos estar mucho más seguros de que llegará al consultorio”.

En el caso de los pacientes con cáncer de páncreas, ya es hora de contar con una prueba viable.

“En la actualidad hay mucha investigación dirigida a descubrir tratamientos, pero la prevención también puede reducir el número de muertes”, añade Vogelstein. “Queremos atrapar estos tipos de cáncer temprano para que el tratamiento sea más eficaz”.