Historias de sobrevivientes
10 de abril, de 2017 • 5 Min

Un nuevo ensayo clínico conduce a un resultado de remisión completa

Shannon Magee

pancreatic cancer survivor Shannon Magee
  • Larga espera para el diagnóstico
  • La primera paciente de un nuevo protocolo
  • FOLFIRINOX y radiación antes del Whipple
  • Gemcitabina después de la cirugía

El 23 de mayo de 2013, mi vida cambió para siempre.

Había estado enferma por casi seis meses con síntomas de distensión después de las comidas, acidez gástrica y heces de un color gris claro. Sentía tantas molestias después de las comidas que decidí no comer. Los resultados de todas las tomografías PET, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y biopsias que me realizaba parecían descartar “las cosas realmente terroríficas”, según mi gastroenterólogo. Afortunadamente, este médico era muy persistente y sabía que estos síntomas no debían ignorarse. Solicitó otra RM y, esta vez, pudieron detectar el tumor. Tenía cáncer de páncreas.

Diseño de un nuevo protocolo

Nos dirigimos al MD Anderson Cancer Center en Houston, Texas, para recibir tratamiento. Mi equipo de tratamiento, liderado por el cirujano Dr. Matthew Katz, diseñó un nuevo protocolo para mi caso particular; yo iba a ser la paciente número 1 en un nuevo ensayo clínico. Debíamos comenzar con ocho semanas de FOLFIRINOX por vía intravenosa administrado en cuatro dosis, una cada dos semanas. Después del FOLFIRINOX, debía someterme a radiación diariamente durante seis semanas junto con el medicamento de quimioterapia capecitabina. Al finalizar estos tratamientos, debía realizarme una tomografía para determinar si era candidata para la cirugía definitiva, el Whipple. Luego de recuperarme del Whipple, recibí otros cuatro meses de quimioterapia con gemcitabina. Todo el tratamiento debía administrarse en Houston. Nuestro seguro cubrió el tratamiento después de haber alcanzado nuestro deducible.

Basándose en las tomografías, el Dr. Katz opinaba que el cáncer había avanzado hasta aproximadamente el estadio IIb. El tumor estaba en la cabeza del páncreas y envolvía la vena porta. Sin perder tiempo, me introdujeron una vía central de inserción periférica y se inició el tratamiento. FOLFIRINOX es un “cóctel” de leucovorina cálcica, también conocida como ácido folínico (FOL), fluorouracilo (F), irinotecán (IRIN) y oxaliplatino (OX). El cóctel de quimioterapia se administró en el centro médico, donde me hicieron un seguimiento minucioso. Luego me dieron de alta con una bomba para continuar con la quimio durante otras 72 horas. Me tomé la semana siguiente “libre” para recuperarme y regresé para recibir otra dosis la semana siguiente.

Para mí, el tratamiento con FOLFIRINOX fue la parte más difícil del protocolo. Mi equipo hizo un trabajo fabuloso para controlar muchos de los efectos secundarios, como las náuseas, la diarrea, el vómito y la debilidad. Puede producirse daño nervioso periférico con el oxaliplatino, por lo que tenía que usar guantes de conducción en todo momento para contrarrestar la sensibilidad.

La segunda etapa de mi protocolo consistía en radiación y pastillas de capecitabina. Me comunicaron que podía esperar sentirme como si tuviera la peor gripe de mi vida. Pero quedé gratamente sorprendida. Aunque descansaba y dormía más de lo normal, esta fase del tratamiento me resultó mucho más llevadera comparada con el FOLFIRINOX en cuanto a los efectos secundarios. En todo el ensayo, nunca perdí el cabello, aunque se tornó más fino durante esta segunda etapa.

Hora del Whipple

El 8 de noviembre de 2013, me sometí a la cirugía de Whipple. Me extirparon casi la mitad del aparato digestivo y 28 ganglios linfáticos. Extirparon la parte de la vena porta con la que el tumor había entrado en contacto y “estiraron” los dos extremos sueltos para volver a unirla. Fue una operación extremadamente larga. ¡Demoraron las primeras tres horas solo para llegar al páncreas!

Luego de pasar una noche en la unidad de cuidados intermedios, me enviaron a la sala de Whipple de MD Anderson durante una semana. Me suministraron líquidos transparentes el segundo día, una dieta completamente líquida el tercer día y mi primera “comida” el cuarto día: una cucharadita de Cream of Wheat. Estos pasos se hacen para lograr que lo que queda del aparato digestivo comience a funcionar lo antes posible. Además, conseguí levantarme de la cama y caminar en las primeras 24 horas. Había escuchado a varios “Whipple Warriors” (Guerreros del Whipple) afirmar que caminar es crucial para una recuperación rápida después de este procedimiento y sucedió lo mismo conmigo. Al tercer día, el Dr. Katz y su equipo me visitaron con el informe patológico: ¡todo estaba en estadio 0!  ¡Las quimioterapias y la radiación habían eliminado todo el tumor! Al décimo día, me permitieron volver a casa en Austin. Seguí una dieta sin grasa, sin azúcar y sin fibra durante las siguientes ocho semanas.

Volví a Houston después de Navidad para hacerme tomografías e implementar la última fase del protocolo del ensayo clínico. Recibí gemcitabina por vía intravenosa semanalmente durante tres semanas seguida de una semana de descanso, y así durante cuatro meses. Este tratamiento se realizó en Houston. La gemcitabina fue la parte más sencilla del protocolo para mí.

Mi vida luego del tratamiento

Se cumplirán cuatro años desde mi diagnóstico y tres años desde la finalización de mi protocolo de ensayo clínico en mayo de 2017. Tomo Creon, un medicamento recetado que proporciona enzimas digestivas, con las comidas y los refrigerios para poder digerir las proteínas y las grasas. Hay un truco para tomar Creon de manera eficaz: hay que tomarlo simultáneamente CON el primer bocado de comida. Debo tomar una multitud de suplementos y vitaminas para contrarrestar la mala absorción de nutrientes. No soy diabética. Hago ejercicio casi todos los días.

Durante los últimos tres años, he regresado cada cuatro meses para hacerme tomografías de seguimiento. Todas arrojan buenos resultados que muestran una remisión completa. Ahora estoy en un programa de seguimiento cada seis meses y seguiré así por un largo tiempo.

Debido a esta experiencia, ahora creo que todos los días de mi vida son un regalo. Mis médicos dicen que soy un milagro, pero sé que los milagros suceden a diario en MD Anderson.

Lea sobre los avances más recientes del procedimiento de Whipple en la historia “Una actualización del procedimiento de Whipple” y sepa cómo alimentarse correctamente después de la cirugía con el artículo de Tratamiento de la enfermedad “Cómo alimentarse después de un procedimiento de Whipple”.